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Foto del escritorLeizyPets

El término "triaditis" proviene de "tríada" (triángulo) y la adición "-itis", que describe una enfermedad inflamatoria en medicina. En el sentido médico más estricto, la triaditis es una combinación de la inflamación de tres sistemas de órganos: pancreatitis, colangiohepatitis (inflamación del conducto biliar con la participación del tejido hepático) e IBD (enfermedad inflamatoria intestina). Esto también es conocido como el "Triángulo de las Bermudas” de la parte superior del abdomen.

Los gatos están particularmente en riesgo de este tipo de enfermedad porque tienen condiciones anatómicas especiales en el área del intestino delgado anterior. En contraste con el perro, el conducto biliar y el conducto del páncreas se unen antes de abrirse juntos en el duodeno. Esto significa que hay una conexión directa entre el intestino delgado, el páncreas y el hígado en el gato. La infección puede extenderse en cualquier dirección de esta conexión y hace que uno de los tres órganos (intestino delgado, páncreas, hígado) pueda involucrar a los otros dos en la enfermedad.

En la mayoría de los casos, un IBD existente parece ser la causa de la triaditis. Sin embargo, no se puede descartar que en la triaditis los órganos también puedan enfermarse en un orden diferente. Se sabe que la pancreatitis en los gatos a menudo se asocia con enfermedades de otros órganos abdominales. Estos incluyen enfermedades intestinales inflamatorias y colangiohepatitis, así como lipidosis hepática. Se supone que la triaditis se basa en el siguiente patomecanismo: IBD es una enfermedad relativamente común en los gatos, cuyos síntomas principales incluyen vómitos. Cada vez que un gato vomita, se produce un fuerte aumento de la presión en el intestino delgado mediante el uso de la prensa abdominal. Como resultado de este aumento de presión, las secreciones intestinales vuelven al páncreas y al sistema biliar del hígado a través del conducto de común (reflujo) que comunica los 3 órganos, causando inflamación.

El hecho de que el intestino delgado superior del gato esté colonizado con un mayor recuento de bacterias en comparación con el del perro también tiene un efecto sobre posibles infecciones. Se dice que el reflujo de gérmenes desde el intestino hacia los conductos biliares y pancreáticos favorece el desarrollo de inflamación (purulenta) de estos órganos.


Las medidas a tomar en la triaditis siempre consisten en una combinación tanto dietéticas, del sistema inmunitario como de antibióticos. Se recomiendan dietas hipoalergénicas y/o altas en fibra.

Los gatos con triaditis, en los que la participación del páncreas y/o el hígado (pancreatitis o colangiohepatitis) están en primer plano, deben recibir alimentos bajos en grasa y altamente digeribles. El contenido de proteínas debe basarse en los requisitos y no debe ser demasiado alto para garantizar que las proteínas no digeridas ingresen al colon lo menos posible, porque la descomposición bacteriana de las proteínas en el colon promueve la formación de metabolitos que dañan el hígado.

Con respecto a la terapia dietética de la pancreatitis aguda del gato, uno debe saber que hay un punto importante que es completamente diferente al del perro: los gatos no tienen que mantenerse sobrios. Si hay una hepatopatía paralela, que se puede suponer en el caso de la triaditis, incluso hay una indicación urgente de una alimentación obligada o mejor expresada: alimentación asistida, que debe realizarse mediante una sonda, si es necesario.

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Las enfermedades del páncreas son bastante frecuentes en gatos y perros pero a menudo se subdiagnostican debido a los signos clínicos no específicos y a la falta de pruebas clínicas suficientemente sensibles y específicas.

El páncreas se encarga de producir un jugo digestivo que se libera en el intestino, a través de uno o dos conductos. Ese jugo contiene enzimas que desdoblan proteínas, carbohidratos y grasas. Los islotes pancreáticos son los que elaboran la insulina, glucagon y gastrina, por lo que son de primordial importancia en el metabolismo de los carbohidratos. Pancreatitis es una afección que puede causar abdomen agudo (dolor extremadamente fuerte en el abdomen) que puede conducir a la muerte.

Pancreatitis es la inflamación del páncreas. Puede ocurrir en una forma leve o severa. La causa de la pancreatitis espontánea en las mascotas no se conoce bien. Hay una mayor incidencia de pancreatitis en mascotas con síndrome de Cushing, diabetes mellitus, hipotiroidismo y animales con dietas ricas en grasas. Un ataque puede desencadenarse al comer sobras de la mesa o una comida muy grasosa.

La pancreatitis aguda se caracteriza por la aparición brusca de vómitos y dolor intenso. La barriga del animal se siente muy tensa. El dolor abdominal es causado por la liberación de enzimas digestivas en el páncreas y los tejidos circundantes (autodigestión). Puede producirse diarrea, deshidratación, debilidad y shock.

La pancreatitis leve produce pérdida de apetito, depresión, vómitos intermitentes, diarrea y pérdida de peso.

La pancreatitis necrotizante fulminante es una forma de pancreatitis aguda, extremadamente grave, generalmente mortal. En horas, su mascota entrará en estado de shock. Las mascotas pueden vomitar o simplemente mostrar signos de dolor abdominal.

El diagnóstico puede sospecharse con base en el examen físico. Se confirma mediante análisis de sangre que muestran niveles elevados de amilasa y / o lipasa. Hallazgos en los exaémenes de sangre pueden sugerir inflamación, pero son muy inespecíficos. La ecografía abdominal puede revelar un páncreas agrandado e hinchado.

Comúnmente, se asocia la pancreatitis con colangiohepatitis y/o enfermedad inflamatoria del intestino, lo cual en gatos puede conllevar a lo que se conoce como la triaditis felina. Un problema que afecta al 50-56% de los gatos diagnosticados con pancreatitis, como indicó un estudio realizado en la Universidad de Cornell 1.

Las mascotas con pancreatitis requieren hospitalización para tratar el shock y la deshidratación. Es importante controlar el dolor, la ingesta de alimentos, el equilibrio electrolítico y las arritmias cardíacas. El pronóstico en los casos leves es bueno, pero en los casos de pancreatitis severa es malo tanto en perros como en gatos. Alrededor del 50% de pacientes humanos con pancreatitis grave muere, y esta tasa parece ser similar en perros y gatos. El desafío tanto en seres humanos como en veterinaria es la identificación precoz de la enfermedad y la prevención de complicaciones.

Después de un ataque de pancreatitis, el páncreas puede sufrir daños permanentes. Cuando es así, la mascota puede desarrollar diabetes mellitus si las células del islote han sido destruidas. Esto significaría que su mascota necesitará una dieta especial baja en grasas por el resto de su vida y puede necesitar un tratamiento complementario como enzimas o insulina.


Pancreatic diseases are quite common in cats and dogs but are often underdiagnosed due to nonspecific clinical signs and a lack of sufficiently sensitive and specific clinical tests.

Pancreatitis is a condition that can cause acute abdomen (extremely painful pain in the abdomen) that may lead to death. The pancreas is responsible for producing a digestive juice that is released in the intestine (duodenum), through one or two ducts. This pancreatic juice contains enzymes that attack fats, proteins, and starches.

Pancreatitis is inflammation and swelling of the pancreas. It can occur in a mild or severe form. The cause of spontaneous pancreatitis in pets is not well understood. There is a higher incidence of pancreatitis in pets with Cushing’s syndrome, diabetes mellitus, hypothyroidism and animals on high-fat diets. These conditions are associated with high serum lipid levels. An attack may be triggered by eating table scraps or a fatty meal.

Acute Pancreatitis is characterized by the abrupt onset of vomiting and severe pain. Abdominal pain is caused by the release of digestive enzymes into the pancreas and surrounding tissues. Diarrhea, dehydration, weakness and shock may ensue.

Mild pancreatitis produces loss of appetite, depression, intermittent vomiting, diarrhea and weight loss.

Fulminant necrotizing pancreatitis is an acute, extremely severe, usually fatal form of pancreatitis. In hours, your pet will go into shock. Pets may vomit or simply show signs of abdominal pain.

The diagnosis can be suspected based on physical examination. It is confirmed by blood tests showing elevated amylase and/or lipase levels. Abdominal ultrasonography may reveal an enlarged and swollen pancreas.

Pancreatitis is commonly associated with cholangiohepatitis and / or inflammatory bowel disease, which in cats can lead to what is known as feline triaditis. A problem that affects 50-56% of cats diagnosed with pancreatitis, as indicated by a study conducted at Cornell University1.

Following an attack of pancreatitis, the pancreas may be permanently damaged. When it is, the pet might develop diabetes mellitus if the islet cells have been destroyed. This would mean your pet will need special low-fat diet for the rest of his life and may need supplemental treatment such as enzymes or insulin.

Pets with pancreatitis require hospitalization to treat shock and dehydration. It’s important to control pain, food intake, electrolyte balance and cardiac arrhythmias.


1. Simpson KW. Pancreatitis and triaditis in cats: causes and treatment. J Small Anim Pract. 2015 Jan;56(1):40-9.



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En esta ocasión, al gato de una buena amiga le indicaron como diagnostico presuntivo linfoma intestinal felino, pero ¿saben qué es? Cómo ella seguro tienen muchas dudas, por eso en los siguientes post deseo aclarar posibles preguntas frecuentes sobre esta patología.

El linfoma es una neoplasia de células linforeticulares. El linfoma es un tipo de cáncer que surge (a menudo simultáneamente) en los ganglios linfáticos y en los órganos que contienen tejido linfoide, como el bazo, el hígado y la médula ósea. La enfermedad afecta a animales de mediana edad y mayores. Debe sospecharse cuando se encuentran ganglios linfáticos agrandados en la ingle, la axila, el cuello y / o el pecho. Los animales afectados parecen letárgicos, comen mal y pierden peso. El hígado y el bazo a menudo se agrandan. La afectación intestinal causa vómitos y diarrea.

Un conteo sanguíneo completo puede mostrar anemia y glóbulos blancos inmaduros. El calcio sérico está elevado en el 20% de las mascotas con linfoma. Las pruebas de sangre y función hepática suelen ser anormales. Una biopsia de médula ósea es útil para determinar si la enfermedad está muy extendida. Las radiografías de tórax y abdominales y la ecografía son particularmente valiosas para identificar ganglios linfáticos, órganos y masas agrandados. También se puede hacer un diagnóstico por aspiración con aguja fina de un ganglio linfático agrandado. En casos cuestionables, se debe extirpar todo el ganglio linfático para una evaluación más completa

El diagnóstico idealmente debe ser confirmado con Citología y/o histopatología. Para el diagnóstico de enfermedad gastrointestinal, puede ser un complemento útil la citología o la histopatología de la biopsia endoscópica o laparoscópica. Esta citología junto con la histopatología nos aporta información superior sobre la arquitectura del tejido. Su mayor beneficio está en la diferenciación entre enteritis linfocítica-plasmocítica y linfoma, y en el hecho de que pueden evaluarse las características celulares u nucleares de malignidad.

En casos de linfoma con implicación de la médula el número de blastos (aparición anormal de glóbulos blancos inmaduros) es bajo, las citopenias son leves o ausentes, existe una linfadenopatía masiva y puede no haber enfermedad sistémica. Los cambios bioquímicos que se observan pueden reflejar la infiltración de algunos órganos, por ejemplo enzimas hepáticas elevadas.

El linfoma es la neoplasia que se diagnostica con más frecuencia en gatos. La mayoría de gatos con linfoma mediastínico, multicéntrico, o con formas medulares de linfomas, son positivos al virus de la leucemia felina. Las formas renal y gastrointestinal del linfoma se encuentran con mayor frecuencia en gatos negativos al virus de la leucemia felina.

El linfoma felino se puede tratar con fármacos citotóxicos (quimioterapia), pero estos pueden causar toxicidades significativas si no se dosifican y administran correctamente, por lo que lo recomendado es acudir a un veterinario dedicado a la oncología. Tratados adecuadamente, la mayor parte de los gatos no experimenta toxicidades significativas y disfrutan de una buena calidad de vida. Se puede intentar una inducción de remisión, que quiere decir un tratamiento inicial con medicamentos contra el cáncer que se administran para disminuir los signos y síntomas de cáncer, o hacerlos desaparecer. Funciona mejor en neoplasias medibles, algunas sensibles a la quimioterapia son el TVT, mieloma, linfomas, entre otros.

On this occasion, a good friend's cat was indicated a presumptive diagnosis of feline intestinal lymphoma, but do you know what it is? Surely have many doubts, as she does, that is why in the following post I want to clarify possible frequent questions about this pathology.

Lymphoma is a neoplasm of lymphoreticular cells. Lymphoma is a type of cancer that arises (often simultaneously) in the lymph nodes and in organs that contain lymphoid tissue, such as the spleen, liver, and bone marrow. The disease affects middle-aged and older animals. It should be suspected when enlarged lymph nodes are found in the groin, armpit, neck and / or chest. Affected animals appear lethargic, eat poorly, and lose weight. The liver and spleen are often enlarged. Intestinal involvement causes vomiting and diarrhea.

A complete blood count may show anemia and immature white blood cells. The serum calcium is elevated in 20% of pets with lymphoma. Blood and liver function tests are usually abnormal. A bone marrow biopsy is helpful in determining if the disease is widespread. Chest and abdominal X-rays and ultrasonography are particularly valuable in identifying enlarged lymph nodes, organs, and masses. A diagnosis can also be made by fine needle aspiration of an enlarged lymph node. In questionable cases, the entire lymph node should be removed for more complete evaluation.

The diagnosis should ideally be confirmed with cytology and / or histopathology. For the diagnosis of gastrointestinal disease, cytology or histopathology of endoscopic or laparoscopic biopsy may be a useful complement. This cytology together with histopathology provides us with superior information about the tissue architecture. Its greatest benefit is in the differentiation between lymphocytic-plasmocytic enteritis and lymphoma, and in the fact that the cellular or nuclear characteristics of malignancy can be evaluated.

In cases of lymphoma with bone marrow involvement, the number of blasts (abnormal appearance of immature white blood cells) is low, the cytopenias are mild or absent, there is massive lymphadenopathy and there may be no systemic disease. The biochemical changes that are observed may reflect the infiltration of some organs, for example elevated liver enzymes.

Lymphoma is the most frequently diagnosed malignancy in cats. Most cats with mediastinal, multicentric lymphoma, or with spinal forms of lymphomas, are positive for feline leukemia virus. The renal and gastrointestinal forms of lymphoma are most frequently found in cats negative for feline leukemia virus.

Feline lymphoma can be treated with cytotoxic drugs (chemotherapy), but these can cause significant toxicities if they are not dosed and administered correctly, so it is recommended to go to a veterinarian dedicated to oncology. Properly treated, most cats do not experience significant toxicities and enjoy a good quality of life. You can try remission induction, which means initial treatment with anticancer drugs that are given to decrease the signs and symptoms of cancer, or make them go away. It works best in measurable malignancies, some sensitive to chemotherapy are TVT, myeloma, lymphomas, among others.

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