Pueden haber varias razones para esto, sin embargo la enfermedad periodontal es uno de los problemas más comunes observados en la práctica veterinaria. Ocurre en dos formas: la primera es la gingivitis, una inflamación reversible de las encías. El segundo es la periodontitis, una inflamación de las estructuras más profundas que sostienen los dientes.
La gingivitis se desarrolla cuando las bacterias se acumulan entre los dientes y las encías, lo que provoca irritación, inflamación y sangrado. En una mascota con gingivitis, el cálculo dental áspero se acumula de manera irregular a lo largo de la línea de las encías, produciendo puntos en los que la encía se aleja de los dientes. Esto crea pequeños bolsillos que atrapan los alimentos y las bacterias. Con el tiempo, las encías se infectan.
El cálculo dental (también llamado sarro) está compuesto de sales de calcio, partículas de alimentos, bacterias y otros materiales orgánicos. Se ve amarillo-marrón en los dientes y suave cuando se deposita por primera vez, en esta etapa se llama placa. La placa se endurece rápidamente en cálculo. El cálculo se acumula en todas las superficies dentales, pero se encuentra en grandes cantidades en los dientes de mejilla (premolares y molares) superiores. Esto ocurre hasta cierto punto en todas las mascotas a medida que envejecen, sin embargo, ciertas razas de perros, como caniches (poodles) y razas más pequeñas, parecen formar cálculos con mayor rapidez. Las mascotas que comen croquetas secas y mastican productos aprobados similares a huesos (como carnazas) o galletas/snacks tienen menos acumulación de cálculo que los perros que comen solo alimentos blandos o enlatados.
Un signo característico de gingivitis es el mal aliento, también llamado halitosis. La halitosis puede haber estado presente durante algún tiempo, incluso aceptada como normal. Las encías aparecen rojas e hinchadas y pueden sangrar fácilmente cuando se tocan. Presionar las encías incluso puede causar que pus se libere de la línea de las encías. En estos casos, los dientes deben limpiarse, escalarse y pulirse profesionalmente (profilaxis dental) para eliminar toda la placa y el cálculo. Para obtener resultados óptimos, la mascota debe estar muy sedada o anestesiada.
Periodontitis se desarrolla como una continuación de la gingivitis. Los dientes se mantienen en sus cavidades óseas por una sustancia llamada cemento y un tejido conectivo especializado llamado membrana periodontal. A medida que la infección de las encías ataca el cemento y la membrana periodontal, las raíces se infectan, los dientes comienzan a aflojarse y finalmente se desprenden. Este es un proceso doloroso. Aunque el apetito de la mascota puede ser bueno, pueden sentarse junto a su plato de comida, comer de mala gana y dejar caer la comida de su boca. El babeo es común, incluyendo halitosis. También se puede formar un absceso de raíz, produciendo una fístula oral-nasal con secreción nasal purulenta unilateral o hinchazón debajo del ojo.
There could be several reasons for that, but periodontal disease is one of the most common problems seen in veterinary practice. It occurs in two forms: The first is gingivitis, a reversible inflammation of the gums. The second is periodontitis, an inflammation of the deeper structures supporting the teeth.
Gingivitis develops when bacteria build up between the teeth and gums, leading to irritation, inflammation, and bleeding. In a pet with gingivitis, rough dental calculus builds up in irregular fashion along the gum line, producing points at which the gum is forced away from the teeth. This creates small pockets that trap food and bacteria. In time, the gums become infected.
Dental calculus (also called tartar) is composed of calcium salts, food particles, bacteria and other organic material. It looks yellow-brown on the teeth and soft when first deposited, at this stage it is called plaque. The plaque quickly hardens into calculus. Calculus collects on all tooth surfaces, but is found in the greates amounts on the cheek side of the upper premolars and molars. This occurs to some extent in all pets as they grow older, yet certain dog breeds, such as Poodles and smaller breeds seem to form calculus more rapidly. Pets who eat dry kibble and chew on approved bone-like-products or dog biscuits have less calculus buildup than dogs who eat only soft or canned food.
A characteristic sign of gingivitis is bad breath also called halitosis. The halitosis may have been present for some time, even accepted as normal. The gums appear red and swollen, and may bleed easily when touched. Pressing on the gums may even cause pus to oose from the gum line. In these cases the teeth shoul be professionally cleaned, scaled, and polished to remove all plaque and calculus. For optimum results, the pet should be heavily sedated or anesthesized.
Periodontitis develops as a continuation of gingivitis. The teeth are held in their bony sockets by a substance called cementum and a specialized connective tissue called the periodontal membrane. As the gum infection attacks the cementum and periodontal membrane, the roots become infected, the teeth begin to loosen, and eventually they detach. This is a painful process. Although the pet’s appetite may be good, they may sit by their food dish, eat reluctantly, and drop food from their mouth. Drooling is common, including halitosis. A root abscess can also form, producing an oral-nasal fistula with unilateral purulent nasal discharge or swelling below the eye.